La rodilla es una articulación que une el hueso del muslo (fémur) al hueso superior de la espinilla (tibia). Está compuesta por huesos, cartílagos, músculos, ligamentos y tendones. Estas partes funcionan para que la rodilla se mueva armoniosamente en flexión, extensión, pivote y roten.
Estas estructuras con la edad se van desgastando, perdiendo elasticidad e hidratación produciendo dolor crónico incapacitante, en algunos casos muy específicos, el tratamiento al que debe recurrir es el reemplazo de rodilla.
Candidatos para reemplazo de rodilla:
- Personas que padecen de osteoartritis (conocida como artritis).
- Destrucción articular a causa de fracturas previas.
- Dolor crónico incapacitante.
- Deformidad articular.
- Desgaste o pérdida de cartílago (cambios óseos).
- Artritis inflamatoria (reumatoide)
- Tumores.
Terapia física y reemplazo de rodilla
Es sumamente importante involucrar la terapia en un proceso de reemplazo de rodilla ya que se necesita una preparación antes, durante y después de la cirugía.
Antes de la cirugía:
Los objetivos se enfocan en el fortalecimiento muscular de todo el tren inferior del cuerpo así como también el tren superior ya que los primeros días (según indicación médica) se utilizará muletas, andadera y bastón para poder desplazarse, por eso se recomienda la preparación previa, además entre más fuerte estén todos los músculos del tren inferior será más fácil el auto traslado y la recuperación de la musculatura involucrada (cuádriceps e isquiotibiales) y de las articulaciones del tobillo y cadera; además se trabaja control del dolor e inflamación para una cirugía menos complicada.
Terapia a domicilio y su beneficio:
Se recomienda terapia física el mismo día o posterior a la cirugía, ya que el doctor indicará el porcentaje de apoyo para empezar a caminar; se le explicará el uso correcto de las ayudas biomecánicas según el porcentaje de apoyo indicado por su médico, para poder caminar y realizar actividades cotidianas. Además se trabaja dolor e inflamación postquirúrgica y continuaremos con sus ejercicios del tren superior.
La terapia inicia lo antes posible tras la salida del hospital, donde se recomienda el servicio de terapia a domicilio para mayor facilidad y comodidad del paciente; en donde se le dará seguimiento del cuidado de su herida y cicatrización, recomendaciones en el hogar para tener un entorno óptimo y seguro para el paciente, ejercicios de fortalecimiento, control y avances de rangos de movilidad, control del dolor e inflamación tras la cirugía.
Claves importantes que no debemos olvidar para una recuperación óptima:
- No reposar o descansar la rodilla poniendo una almohada justo debajo de la rodilla por mucho tiempo ya que nos acostumbra la rodilla a estar en flexión.
- Dormir boca arriba o de medio lado con una almohada entre las piernas.
- Poner hielo 10 minutos 3 a 4 veces al día.
- Quitar alfombras u objetos que puedan producir una caída.
- Si tiene que bajar gradas recuerde siempre bajar con la pierna operada y al momento de subir gradas utilizar la pierna no operada.
- Recuerde cumplir al pie de la letra las recomendaciones y tareas por la fisioterapeuta.
Ejemplos de ejercicios recomendados:
- Sentado en silla, estirar la pierna hacia el frente.
- Acostado en la cama boca arriba poner una almohada debajo de la rodilla y estirar la pierna, mantener el movimiento por 10 segundos.
- De pie, agarrado de una silla, subir la pierna hacia atrás, como tratando de tocar con el talón los glúteos.