Existe relación entre los hábitos de la vida diaria con la probabilidad de sufrir dolor lumbar
Generalmente tanto médicos como fisioterapeutas hacemos hincapié en la importancia de tener buenos hábitos de vida, tanto para prevenir, como disminuir la probabilidad de sufrir alguna patología o lesión.
Sin embargo, muchas personas practican diariamente una serie de hábitos que no consideramos saludables, por lo que es muy probable que las probabilidades de adquirir enfermedades o dolencias aumenten en relación a estos hábitos.
Tomando en consideración que las causas de dolor lumbar son multifactoriales, en una reciente investigación se considerarón doce variables de hábitos de vida, con el objetivo de conocer como pueden influir en la prevalecía de sufrir dolores lumbares.
Entre las variables que se tomaron en cuenta para la investigación están:
- El tabaquismo, exfumador o nunca lo hace.
- Ingiere alcohol ocasionalmente o a diario.
- Realiza ejercicio al menos 30 minutos diarios, al menos dos veces por semana durante un período de un año o más.
- Actividad física diaria equivalente a la cantidad de pasos diarios.
- Ritmo de marcha, camina más lento que otras personas de edades similares.
- Ganancia de peso de más de 10kg después de cumplir 20 años.
- Aumentó de 3kg en el último año.
- Velocidad al comer: rápido, normal o lento.
- Cenar dos horas antes de dormir al menos 3 días por semana.
- Pica comida después de la cena por lo menos 3 veces a la semana.
- Saltarse el desayuno más de 3 días a la semana.
- Descanso adecuado o perturbado.
De doce puntos posibles, las personas que sumaban 0-3 puntos, fueron catalogados de bajo riesgo, las que obtuvieron de 4-5 puntos fueron considerados de riesgo moderado y cuando alcanzaban 6 o más puntos presentaban alto riesgo de presentar dolor lumbar.
A su vez en la comparación tanto mujeres y hombres que eran asintomáticas o con poco dolor tenían una puntuación de 0-3 puntos, a diferencia de las personas de la investigación que sumaban 6 o mas puntos, que además tenían un alto índice de masa corporal, mayor edad, asociado con comorbilidades como hipertensión y diabetes, resultaba más probable que sufrieran de dolores lumbares.
El mecanismo que justifica esta relación de los hábitos y el dolor es complejo, pero el punto es muy claro, si se quiere prevenir o mejorar el dolor de espalda baja, es indispensable modificar hábitos considerados no saludables que tienen influencia directa en nuestra vida.